~Juego egoísta~
"Detrás de esta ventana de oscuridad puedo observarte tristemente. Te veo sonreír y cantar bajo la luz de la luna. Te veo hablarle con tanta dulzura...
Y yo aquí, detrás de este vidrio empañado... Haciendo llover mi rostro y deseándote tanto... En este masoquismo innato de quedarme viéndote.
¿Cuántas veces estuviste en mis brazos?... Y yo sigo sin notar cuánto daño te hacía... Quisiera haberte besado lo suficiente para al menos alargar mi vida. De todas formas... esta esperanza de volver a tu lado se hace cada vez más pequeña al notar como lo besas, al casi oír como se estrechan... Y odiar como te acaricia y se refleja en tus ojos cafés.
Estoy tan enamorado de ti. Esto es tan fuerte y me vuelve tan débil...
¿Qué hice para perderte y dejarte ir?... Qué tonto, qué idiota que fui. Ahora te veo en su boca y no paro de maldecir... Y pienso una y otra vez: "Esos labios fueron míos, tú eras mía y todo lo perdí."
Qué idiota... qué idiota que fui.
Toco con mis yemas el cristal frío que nos separa y vuelvo mi mente hacia la habitación. Este vaso de whisky se acaba y ya me embriago más de amor. En la penumbra de este sentimiento errante y buscando compañía a mi voz, lloro, sin consolarme, por las noches como ésta que pasábamos los dos...
Qué fría se ve mi cama... aún así conserva tu olor. Como mi cuerpo y mi alma, no quieren dejar escapar tu sabor.
Ahora lo provocas como solías hacerlo conmigo... Ahora lo examinas de forma atrayente y seductora... Lo acaricias suavemente y le imploras que te haga suya como supe hacerlo yo. Golpeo el vidrio odiándote... ¿Cómo hacerlo?... Golpeo el vidrio odiándome... Es inevitable.
Se levantan y se alejan de forma tan acaramelada que empalaga. Y yo me quedo arañando la ventana aún con mis lágrimas y estremeciéndome de dolor. Se oye el crujir de mis dientes a la par que el de mi corazón.
"¿Cómo es que te perdí?... ¿Qué fue lo que paso?... Si años fuiste mía y yo te llene de placer y calor. ¿Por qué me dejaste...? ¿Por qué... mi amor?... Nunca me explicaste que te hice yo..."
No seas idiota... Tonto escritor, ella te amaba y la abandonaste dando por hecho su amor. ¿Qué tanto te preguntas, ahora que terminó?... Acepta de una vez que no supiste cuidarla como ella te cuidó... ¿Y ahora... qué CARAJO reclamas?...
"Es cierto. Soy un perdedor. Te gané y te tuve como trofeo colgándote en un rincón. Cada tanto iba y te apreciaba y me enorgullecía verte allí... Mía, mía, solo mía... Pero, nunca supe qué sentías... Nunca supe usarte más que para glorificarme como tu ganador... Es así. Lo admito... no te valoré... ¿Pero... en qué pensaba?..."
Abro los ojos y nuevamente miro a mí alrededor. Me tiro en la cama y mi vaso se termina en las sábanas. Mi mirada se pierde en la nada con la sombra de la ventana que me besa el cuello y sonríe cínicamente.
"Soy un perdedor... ¿Cuándo me daré cuenta de que el amor no es un juego...? Aún no puedo... aún no te merezco... Qué débil soy."
Cierro los ojos nuevamente y las gotas se deslizan ligeramente por la boca que nunca jamás volvió a sentir ardor.
La habitación es más silenciosa y asquerosa. El olor a whisky abunda en toda la casa.
Qué más da... ¿No vendrás a oler esta mierda, verdad? Ya no vendrás. Dejaré que mi masoquismo me convierta en moribundo recordando los momentos que vivimos en este lugar. Desfalleceré de una vez por todas... esperando soñar. Soñar con que mueres a mi lado, en mi egoísmo por jugar."
------------
Lector, ¿Realmente te das cuenta de tu egoísmo?...
Todos somos egoístas; nacimos lamentablemente para jactarnos de lo bueno que poseemos y para codiciar las cosas que tenemos sin ánimos de compartirlas...
Y es así: si ese es tu deseo, hazte cargo de los resultados que trae consigo. No llores como niño cuando los dulces se te quiten por haberte comportado mal. Vive la realidad.
Besos rojizos...
Luna.-